A menudo la
endometriosis presenta los siguientes síntomas:
Dolores menstruales: los síntomas más importantes de la
endometriosis son dolores menstruales (dismenorrea). Los dolores (normalmente
en el bajo vientre) empiezan ya poco antes del inicio de la menstruación y se
intensifican en los dos primeros días de la misma.
En
determinadas circunstancias los dolores son tan intensos que las afectadas
quedan incapacitadas para el trabajo durante estos días. Para distinguirla de
la dismenorrea primaria, que aparece poco después de la primera menstruación y
que no está causada por cambios orgánicos patológicos, los dolores menstruales
típicos de la endometriosis, que no empiezan hasta la edad adulta, se denominan
dismenorrea secundaria.
Dolores persistentes: a veces la endometriosis provoca
dolores que persisten durante mucho tiempo o que no tienen relación con el
ciclo menstrual. Probablemente estos dolores persistentes estén causados por
una lesión del tejido donde se acumulan las formaciones endometriales.
Especialmente en las zonas en las que, por motivos anatómicos, la sangre no
puede fluir, las repetidas hemorragias relacionadas con el ciclo provocan
irritaciones nerviosas que se traducen como dolor.
Dolores en el sacro y en las
relaciones sexuales:
si las formaciones endometriales se encuentran en la cavidad peritoneal entre
el intestino y el útero, los síntomas típicos de la endometriosis son dolores
en el sacro y dolores en las relaciones sexuales (dispareunia).
Trastornos menstruales: otros síntomas importantes de la
endometriosis son los trastornos menstruales, a menudo en forma de hemorragia
intermenstrual y hemorragia por contacto. Si las formaciones endometriales se
encuentran en la capa muscular del útero, la menstruación es muy intensa y
suele durar mucho tiempo (hipermenorrea).
Esterilidad: muchas mujeres con endometriosis son
estériles. No obstante, se desconoce la relación causal entre la endometriosis
y la esterilidad. Los
Síntomas
menos comunes de la endometriosis son, en las formaciones endometriales en la
vejiga, sangre en la orina y dificultad al orinar; y en la endometriosis en el
intestino, depósitos de sangre en las heces y problemas de vaciado de la
vejiga. En casos puntuales también puede producirse una oclusión intestinal.
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